Por el cepo cambiario y la brecha, los contadores dudan: cómo aplicar dólar MEP y CCL al balance

¿Se pueden utilizar los dólares financieros para la valuación de activos y pasivos en los balances?, se preguntan los profesionales.


La gran pregunta sobre el dólar MEP y el contado con liquidación, a la hora de aplicarlos al balance es si son verdaderos tipos de cambios, y por lo tanto se pueden tomar para fijar el valor, por ejemplo, de bonos y acciones. De ello dependerá si se introducen en el balance o en notas a los estados contables.


«Es habitual escuchar a los empresarios y a muchos profesionales que realizan operaciones al tipo de cambio MEP o al contado con liquidación, asumiendo que son tipos de cambio válidos, como el oficial, y que se deberían utilizar para las valuaciones contables de activos o pasivos en los estados contables», comentó Martín Kerner, socio de SKH Simonetti, Kerner & Hatsian.


Las normas contables no establecen específicamente cuál es el tipo de cambio a utilizar, y mucho menos, requieren que sea el que publica el Banco Nación, como muchos profesionales aseguran, indicó Kerner.


Qué tipo de cambio corresponde

Respecto de las operaciones y saldos en moneda extranjera, las normas contables establecen lo siguiente, explicó:


«Mediciones en moneda extranjera: Las mediciones contables de las compras, ventas, pagos, cobros, otras transacciones y saldos originalmente expresadas en moneda extranjera se convertirán a moneda argentina de modo que resulte un valor representativo de la suma cobrada, a cobrar, pagada o a pagar en moneda argentina.»


«Pero en el país existe un único tipo de cambio de mercado donde se transan pesos por dólares u otras monedas extranjeras, que es el que surge del Mercado Único y Libre de Cambios (MULC)», afirmó Kerner.


«El resto de los conocidos como tipos de cambio Blue, MEP, bolsa, contado con liquidación y similares, no son en rigor tipos de cambio, sino el resultado de operaciones financieras (compras de bonos en pesos que se venden en dólares y otras operaciones similares)», precisó, y agregó que «generan lo que se conoce como un «tipo de cambio implícito».

Los dólares financieros son operaciones con bonos y generan un tipo de cambio implícito.


«La realidad es que son operaciones financieras con títulos u otros instrumentos financieros», insistió.


Y dan como resultado un «tipo de cambio implícito», porque una persona compra un bono que tiene cotización en pesos, por un precio de por ejemplo $180, con el fin de inversión.


Al día siguiente, lo vende en el mercado pero en dólares, cuya cotización es de u$s1 por título.


En este caso, si para la operación inicial se requirió de $180 y en la operación final se obtuvo u$s1 billete, se puede determinar que el tipo de cambio implícito, entre esta compra y venta de títulos financieros, es la relación de u$s1 por $180.


Luego, se suele publicar como un tipo de cambio, pero la realidad es que no lo es, estrictamente hablando, remarcó Kerner.


«De hecho, esta relación implícita se podría aplicar con cualquier operación. Por ejemplo (y en tono de broma), el «Dólar TV»«, ejemplificó.


Una persona compra una TV Led por $160.000 en un comercio de electrodomésticos y al día siguiente lo publica por una página web de compras y ventas en u$s1.000.


Finalmente lo puede vender y obtiene ese dinero en dólares efectivo.


En este caso, para la serie de operaciones concatenadas, el tipo de cambio implícito del «Dólar TV» sería 160 (relación de u$s1 por $160).


Por supuesto que es poco probable que estas operaciones se generalicen y está mucho más «aceitado» y generalizado el uso de las operaciones financieras para estos fines, ironizó Kerner.


Cómo aplicar el dólar al balance

«La sugerencia para la valuación de activos o pasivos en la contabilidad es utilizar tipos de cambios transaccionales, que surgen del MULC y no los tipos de cambio implícitos», sostuvo el experto.


En todo caso, en las notas a los estados contables podrá indicarse que para determinada operación el costo o ingreso final difiere del tipo de cambio aplicado, advirtió.


Pero, en última instancia, esta será la decisión de la dirección de la empresa en la aplicación de las políticas contables de medición de activos y pasivos en moneda extranjera, aplicando las normas contables, continuó.

El tipo de cambio oficial es el que corresponde a la valuación de los estados contables pero el resto amerita notas a los estados contables
El tipo de cambio oficial se usa para la valuación de los activos y pasivos pero el resto va a notas a los estados contables.


«Entonces, las cotizaciones resultantes del MULC serían las apropiadas para aplicar en la medición de activos y pasivos en moneda extranjera», consideró Kerner.


«Pero, considerando las actuales restricciones al acceso al MULC por parte de las empresas, es de esperar que los estados contables que tengan posiciones en moneda extranjera, se explayen extensamente en las notas a sus estados contables, respecto de su situación particular», remarcó.


Lo que debería aparecer en las notas es el flujo de vencimientos, las expectativas de cancelación de sus deudas, y toda otra información necesaria para comprender las circunstancias y, eventualmente, del esfuerzo económico necesario para cancelar esas posiciones en moneda extranjera, y su posibilidad de cancelación respecto de los recursos disponibles.


También, en la medida que sucedan hechos posteriores al cierre del ejercicio, ya sea producto de cancelación o realización de pasivos y activos en moneda extranjera, renegociaciones de deudas, acceso al MULC u otra forma de realización, o nuevas disposiciones reglamentarias, esos hechos deberían tener clara exposición en notas a los estados contables, puntualizó Kerner.


«Se sugiere a las empresas presentar a sus auditores distintos escenarios posibles respecto de la cancelación de deudas en moneda extranjera, para analizar el stress financiero en cuanto al principio de empresa en marcha, o deba enfatizarse alguna circunstancia al respecto en las notas a los estados contables y en los informes de auditoría», consideró.


«En Argentina sólo existe un único y oficial mercado de cambios, aunque parezca un chiste, porque no es único ni libre, pero considerando las leyes, es el aplicable, conocido como MULC y existen normas del código penal cambiario que pena operaciones fuera de este mercado oficial», subrayó Kerner.


El denominado Dólar MEP o la operación conocida como «contado con liquidación» son, en realidad, el producto final de una serie de operaciones financieras (compra y venta de títulos) que deberán ser registradas como tales en la contabilidad de la empresa, apuntó, y agregó que se deberá registrar la compra de los bonos y luego la venta de ellos.


Los resultados serán resultados de operaciones financieras: no es, técnicamente, diferencia de cambio.


Sin embargo, estos resultados se exponen en el rubro «Resultados Financieros y por Tenencia» al igual que las diferencias de cambio y los intereses.


Es decir, no es una diferencia de cambio, pero se expone en el mismo lugar en el estado de resultados, concluyó Kerner.


Fuente: iProfesional