La Legislatura porteña aprobó una simplificación de las normativas vigentes que regulan los requisitos que deben cumplir las pequeñas y medianas empresas.
La Legislatura porteña aprobó una simplificación de las normativas vigentes que regulan los requisitos que deben cumplir las pequeñas y medianas empresas para poder iniciar y mantener su actividad, que comprende a rubros como hoteles, garajes comerciales, gimnasios, kioscos, áreas gastronómicas, casas de cuidados paliativos y calesitas.
La iniciativa fue sancionada por 55 votos a favor y cuatro en contra durante la sesión ordinaria de la Legislatura, que se extendió durante más de ocho horas. La nueva norma modifica varios artículos del Código de Habilitaciones y Verificaciones, en tanto que deroga otras disposiciones consideradas «obsoletas».
Según explicó el legislador de UCR-Evolución Marcelo Guouman, quien trabajó en la redacción del proyecto junto al oficialista Gonzalo Straface, «es un ordenamiento normativo que busca un alivio burocrático» al sector de las pymes, el cual fue impactado por la pandemia del coronavirus ya que, en muchos casos, debieron suspender su actividad.
Entre las modificaciones figura la eliminación de la obligatoriedad a los socios de los gimnasios de la Ciudad de contar con un certificado médico anual para practicar actividad física y plantea, en cambio, como requisito, la presentación de una declaración con los datos sanitarios.
También se habilitó para los dueños de garajes comerciales y las playas de estacionamiento la posibilidad de sumar sistemas electrónicos mediante los cuales puedan controlarse, a distancia, el ingreso y egreso de vehículos, lo cual fue objetado por la oposición al advertir que la incorporación de esas tecnologías pondrá en riesgo los puestos laborales de ese sector.
La legisladora del Frente de Todos Cecilia Segura sostuvo que «en este contexto de pandemia, adverso a la generación de puestos de trabajo, esto puede habilitar el reemplazo de la fuerza de trabajo por los medios electrónicos».
Además, la norma autoriza a los hoteles de la Ciudad a que puedan abrir parte de sus instalaciones, como el gimnasio y la pileta, a personas que no estén alojadas como huéspedes, como una alternativa de reactivación de la actividad económica del rubro que fue de los más golpeados por el cierre de su actividad a partir del inicio del aislamiento obligatorio el 20 de marzo.
Asimismo, se le permitirá a los kioscos porteños que puedan vender «sándwiches» de acuerdo a las normas de Sanidad e Higiene vigentes, así como se abrió la posibilidad de la venta ambulante -que ya se puede efectuar con medios de transporte como carros y triciclos- a través de bicicletas.
Las áreas gastronómicas, que se despliegan en los espacios de las veredas frente a locales de comida, podrán contar con otros elementos, más allá de sillas y mesas, como las clásicas «guirnaldas de luces» y aparatos de calefacción, que hasta ahora estaban prohibidos.
Mientras que las casas de cuidado paliativo ya no tendrán el tope actual de 25 camas para alojar a las personas que requieran de este tipo de tratamiento.
En tanto los dueños de calesitas y carruseles se sacó la imposibilidad de que este tipo de estructuras estén situadas a menos de diez cuadras de distancia entre ellas.
Por último, también fue retirado un artículo que obligaba a los locales donde exista «alta afluencia de personas» a contar con máquinas expendedoras de preservativos en los baños de hombres y mujeres y establece que podrán estar ubicadas en cualquier espacio del lugar.
Alivio en el ABL: a quienes alcanza
A casi cuatro meses de haber iniciado el aislamiento social obligatorio, la Legislatura de la Ciudad aprobó con 55 votos a favor, 3 en contra y 1 abstenciones una iniciativa del propio jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, a través de la cual busca llevarle un alivio fiscal a los comercios no esenciales, los cuales vieron afectada su actividad a raíz de la pandemia.
La medida contó con el apoyo de VJ, GEN, FdT, PS, CF y UCR-Ev , el rechazo de FIT, PO y PTS y la abstención de AyL.
De esta manera, la normativa exime del pago del ABL, por los meses de junio y julio, a los comercios no esenciales, tales como inmobiliarias, locales gastronómicos -tales como restaurantes, bares, cafeterías, pizzerías, casas de comida, heladerías, fast food, etc-, hotelería, alojamiento, pensiones, geriátricos, albergues transitorios y/ o moteles, entre otros comercios. No obstante excluye a los locales comerciales de las entidades financieras y las de cobro de pago de servicios y tributos.
Asimismo, también durante los mismos meses se condonará el impuesto al uso del espacio público para las actividades comerciales en la vía pública y también se avanzará con la prórroga de la suspensión de embargos, la cual se extiende hasta el 31 de agosto. Al mismo tiempo que el Banco Ciudad lanzará una serie de créditos con tasa fija del 12% y seis meses de gracia.
Es así que durante la sesión ordinaria de este jueves, el diputado del GEN Sergio Abrevaya explicó que «la caída de las PyMEs en la Ciudad es importante y nadie termina de calcularlo con certeza» y recordó que «hace tiempo que venimos pidiendo desgravaciones impositivas, tanto ABL como ingresos brutos».
«Al menos sale el alivio de ABL por dos meses para aquellas actividades comerciales que no han podido trabajar en estos tiempos y, especialmente, logramos sumar salones fiestas y eventos, otro de los sectores que por largo tiempo no va a estar en actividad», indicó y expresó su deseo de que «para adelante se trate el proyecto de eximición de pago de IIBB de las cuatro primeras categorías de monotributistas».
Por su lado el legislador del Frente de Todos (FdT) Manuel Socias afirmó que «este proyecto llega tarde y no resuelve el problema de comercios y pymes. Ya de por sí, el ABL tiene poca incidencia en la estructura de costos de estos comercios» y advirtió que «vamos a votar a favor porque esto es mejor que nada. Pero claramente al Jefe de Gobierno le faltó audacia. Mientras que el Gobierno Nacional aporta 30.000 millones de pesos en este distrito solo considerando ATP e IFE, el Gobierno de la Ciudad compromete apenas 600 millones de pesos, 50 veces menos».
«Esta falta de audacia no puede excusarse en la imposibilidad que tiene el distrito para emitir, ya que otras provincias e incluso municipios llevaron adelante políticas mucho más amplias», completó.
Sobre esa misma línea, el trotskista Gabriel Solano (PO) advirtió que «acá no se hace ningún tipo de distinción entre una peluquería de barrio y grandes cadenas como Garbarino o Fravega, no hay ningún tipo de diferenciación por ingresos» y remarcó que «esto no alcanza para absolutamente nada».
En contraposición el radical Juan Francisco Nosiglia (UCR-Ev) consideró que esta es una «buena iniciativa del Ejecutivo bien enfocada en los sectores que hoy están más comprometidos como son el comercio, la gastronomía y la hotelería» y detalló que «se trata de PyMEs que no desarrollan actividades esenciales y que generan el 70% del empleo registrado del sector privado y que emplearon a más de 300.000 personas en 2019 en la Ciudad».
A su vez aseveró que «no es una solución definitiva a la crisis que atraviesa el sector pero llega en el momento en que muchos están decidiendo si seguir cuando se abra la cuarentena o bajar la persiana».
Finalmente el presidente de la Comisión de Presupuesto, Claudio Romero (VJ), aseveró que «estamos manejando esta crisis de la mejor manera posible y llevar alivio en la manera en la que podemos, la Ciudad no tiene una máquina para imprimir billetes como la Nación» y detalló que como coalición de Gobierno están «haciendo un esfuerzo muy importante, con el esfuerzo que están haciendo todos los porteños nosotros hemos reforzado el sistema de comidas para todos lo que lo necesitan».
«Venimos demostrando que lo que necesitamos es un acompañamiento para poder seguir manejando esta crisis, queremos dar muchas más soluciones», concluyó.
Fuente: Iprofesional