El INDEC informó este jueves que los precios minoristas se aceleraron notablemente con respecto a los meses anteriores. Los detalles.
La inflación de octubre llegó al 3,8% y acumuló en lo que va del año un alza del 37,2%, informó este jueves el INDEC.
En comparación con igual período de 2019, el Indice de Precios al Consumidor (IPC) trepó al 26,9%, según la información difundida por el organismo encargado de las estadísticas.
En septiembre, la suba generalizada de precios se había ubicado en el 2,8% y para octubre la mayoría de las consultoras había estimado una inflación superior al 3%. Finalmente, el dato de INDEC superó las peores previsiones.
Según estima el Ministerio de Economía, a pesar del rebrote de los precios la inflación cerrará el año con una baja de casi veinte puntos porcentuales respecto del 2019, cuando alcanzó un 53,8%.
En los primeros diez meses del año la inflación acumulada es de 26,9%, siendo 15,3 puntos menor al 42,2% acumulado en el mismo período de 2019.
La inflación interanual fue de 37,2%, muy inferior al 50,5% registrado en octubre de 2019.
De esta manera, se proyecta cerrar 2020 con una inflación casi 20 puntos porcentuales menor a la de 2019.
Las mayores subas en octubre
Si bien el informe oficial muestra que la división Prendas de vestir y calzado fue la que mostró un mayor incremento en el mes (6,2%), el rubro Alimentos y bebidas no alcohólicas, con un aumento del 4,8%, registró la mayor incidencia en todas las regiones.
Se destacaron en este último caso las subas en verduras, tubérculos y legumbres; frutas; y aceites, grasas y manteca, puntualiza el relevamiento del organismo público.
Las divisiones Equipamiento y mantenimiento del hogar, con el 4,5% y Transporte, con el 4,2%, mostraron en octubre alzas por encima del promedio.
En el primer caso incidieron las subas en electrodomésticos, y bienes y servicios para la conservación del hogar, mientras que en el segundo caso se destacaron las alzas en la adquisición de vehículos y combustibles.
Por el contrario, las divisiones Educación (0,1%) y Comunicación (-0,1%) registraron menores variaciones de precios, en particular por el comportamiento estable de los servicios educativos y los de telefonía e internet, respectivamente.
Los precios ¿se aceleran en noviembre?
A pedido de los fabricantes de alimentos, que vienen reclamando el descongelamiento gradual en los precios de la comida, el Gobierno sacó del programa de Precios Máximos un conjunto de productos. Se trata de 51 categorías de alimentos y bebidas, además de 43 marcas de vinos.
La decisión de la secretaría de Comercio Interior se conoció a través de la Resolución 552 publicada este jueves en el Boletín Oficial.
Entre los productos que, a partir de hoy mismo, salen de las regulaciones figuran: arroz integral, conservas de pescado (no así atún y caballa), aceite de maíz, vegetales congelados, acetos, salsas de soja, premezcla para pizzas, chocolates, café en saquitos y cápsulas, bebidas energizantes, algunas marcas de vinos, cosméticos, espumantes, bebidas blancas, licores y whiskys.
«Se exceptuó de Precios Máximos a un grupo de productos que tienen menor impacto y mayor oferta dentro de la canasta de consumo masivo», argumentó Comercio Interior a través de un comunicado.
Ahí mismo se estableció que en los próximos días habrá reuniones con los fabricantes para consensuar los ajustes en los precios de los productos exceptuados.
«Los productos de primera necesidad seguirán alcanzados por los precios máximos«, prometieron los funcionarios en el comunicado oficial.
El congelamiento de unos 2300 productos surgió a comienzos de marzo, con la expansión del coronavirus y el aislamiento de la sociedad. Ahora que el propio Gobierno flexibilizó esa postura y gran parte de la sociedad intenta volver a sus actividades, una parte del programa de Precios Máximos comenzó a desarmarse.
Tensión por los Precios Máximos
La existencia de Precios Máximos había provocado una fuerte tensión entre el Gobierno y las empresas fabricantes. A tal punto que, como reveló iProfesional, los empresarios enviaron cartas al ministro Matías Kulfas advirtiendo sobre inminente desabastecimiento de productos.
La promesa oficial es que Precios Máximos continuará hasta fin de enero de 2021, y que a partir de ahí se engrosará el listado de Precios Cuidados, que por ahora sólo contempla a unos 400 productos.
Desde el punto de vista del Gobierno, la necesidad de mantener las regulaciones surgen ante la evidencia de que el rubro alimenticio es el que más viene aumentando. Los precios de la comida, de hecho, aumentaron en lo que va del año por encima del promedio.
«No sirve tener todos los precios congelados. Nosotros tenemos «Precios Cuidados», que sirven como precios de referencia para el resto», había dicho la semana pasada Cecilia Todesca Bocco, vicejefa de Gabinete.
Lo dicho: En las últimas jornadas, las principales fábricas de alimentos le mandaron cartas a Matías Kulfas, ministro de Desarrollo Productivo, reclamando la finalización del programa de «Precios Máximos». El argumento refiere a que los costos de las compañías subieron muy por encima de los aumentos que autoriza el Gobierno.
Los aceiteros expusieron que «el aceite crudo de girasol, ha aumentado desde el 6 de marzo a la fecha un 80,6%, pasando de un precio fas de $38.200/tn a $69.000/tn actualmente».
«Nuestra suba de costos del 65% desde el 6 de marzo, (quedó) muy distante del aumento otorgado del 4% en julio y del 5% en octubre», explicaron los aceiteros.
En efecto, el Gobierno puso en marcha el programa de Precios Máximos en la primera semana de marzo, cuando explotó la pandemia. Se congelaron los precios de unos 2.300 alimentos, y se habilitaron dos aumentos de aproximadamente 10% acumulado desde entonces.
Fuentes de distintas cámaras empresarias explicaron a iProfesional que el atraso trepa a entre 20% y 25%, según los distintos rubros.
La continuidad de Precios Máximos había provocado tensiones también entre los supermercados y los fabricantes. Los comercios venían denunciando que las industrias les habían quitado beneficios y descuentos, lo que se traducía en incrementos indirectos que los supermercados no podían trasladar a las góndolas por la prohibición para aumentar los precios.
Ahora, esa dinámica, empezó a cambiar.
Fuente: iProfesional