Los cambios realizados por necesidad o para capitalizar nuevas oportunidades de crecimiento tienen el potencial para convertirse en pilares duraderos.
El COVID-19 está remodelando permanentemente la forma en que vivimos y, por lo tanto, la forma en que operan las empresas. Compartimos algunas claves que arroja una encuesta reciente de BDO Internacional para aprovechar las dinámicas del contexto a favor del crecimiento.
Como resultado de la pandemia, los cambios realizados por necesidad o para capitalizar nuevas oportunidades de crecimiento tienen el potencial para convertirse en pilares duraderos de una organización.
La clave es no hacer una pausa después de este período de rápida digitalización. Por el contrario, hay que acelerar aprovechando el impulso creado para continuar adaptándose y transformando organizaciones. De esta manera podrán adelantarse a los cambios de comportamiento y las necesidades continuas de los clientes.
Luego de un año cargado de cambios y de nuevas normalidades, BDO llevó adelante una encuesta sobre la Transformación digital en organizaciones. Algunos de los datos obtenidos muestran cuáles fueron las acciones que dichas organizaciones tomaron para resistir y mantenerse activas durante la doble crisis: económica y de salud, y cuáles serán las estrategias para recuperarse y volver al camino del crecimiento.
Mayor impulso de la transformación digital
Durante el último año, la mayoría de las empresas se han esforzado por ponerse al día o, en el mejor de los casos, mantener actualizado el ritmo del cambio hacia la transformación digital. El próximo año puede y debe ser diferente.
Para virar del modo de recuperación al de crecimiento, las estrategias de transformación digital de las organizaciones deberán tener en cuenta que los objetivos digitales a largo plazo se convertirán en prioridades a corto plazo. Los riesgos digitales que alguna vez fueron inverosímiles deberán abordarse con urgencia, y las hojas de ruta de tres años o planes a largo plazo deben ser reemplazados por marcos flexibles que aceleren la creación de valor y realización. Durante los próximos 12 meses se estima que la aceleración digital será aún más marcada.
Según la Encuesta de transformación digital de 2021 realizada por BDO, en la que se consultó a 500 ejecutivos de alto nivel en organizaciones, más de la mitad de los encuestados manifestó que planea presionar el botón de vía rápida en sus planes digitales, ya sea agregando nuevas iniciativas digitales o avanzando para la finalización de proyectos existentes.
La doble crisis económica y de salud de 2020 afectó tan drásticamente el negocio de más del 50% de los encuestados, que ahora necesitan revisar su estrategia digital. Y aunque las finanzas aún pueden estar tensas, el presupuesto para la transformación digital no está en discusión: el 90% de las organizaciones encuestadas planean mantener o aumentar su gasto digital en 2021.
Algunos números
Como resultado de los eventos de 2020 el 51% de las organizaciones sumó nuevos proyectos digitales, mientras que 49% están acelerando algunos o todos sus planes existentes y el 43% revisa y evalúa sus estrategias a largo plazo.
Teniendo en cuenta a quienes están acelerando sus planes digitales actuales pueden enumerarse algunos pasos a seguir para alcanzar la transformación digital, que también surgen del estudio realizado por BDO:
- El 55% está haciendo cambios en sus organizaciones para aumentar la agilidad;
- El 50% invierte en perfeccionamiento de aplicaciones y plataformas digitales;
- El 48% priorizara sus inversiones digitales sobre las demás;
- El 45% está mudándose a la nube o convirtiéndose en organizaciones «cloud-native»;
- Por último, 33% de los encuestados decidió adquirir para su proceso de transformación digital programas licenciados en vez de desarrollarlos a medida.
Las organizaciones se enfrentan a una oportunidad única de superar a los competidores menos ágiles. Para capitalizar esta oportunidad necesitan repensar sus estrategias digitales, avanzar en sus cronogramas y aprovechar nuevas oportunidades digitales.
Por el contrario, los expectantes, y peor aún, los rezagados, puede que en poco tiempo se hallen en graves problemas y no estén a tiempo de torcer el rumbo que hoy implica la «no transformación». Era más que común que un observador atento dejaba avanzar a su o sus competidores, para ver los resultados y, en el mejor de los casos, copiar sus buenas ideas. Hoy esto implica sencillamente ceder una ventaja remotamente recuperable. Sucede que en los tiempos que corren la lógica de la innovación ha cambiado de manera abrupta. El valor de la innovación no está más en evitar que te copien, sino en conseguir que todos te quieran copiar. Y mientras unos copian a otros, esos otros están innovando para dar su próximo golpe.
Para consolidar un crecimiento sostenible, deberán concentrarse en recuperar y reestablecer una dirección digital, acompañado de un cuidadoso análisis de amenazas y oportunidades emergentes y concentrándose en el impulso de la trasformación digital y en una estrategia de negocios de no tan largo plazo y muy flexible, centrada en ello.
Hoy en día el escenario de las organizaciones es muy diferente, la agenda está impulsada por el cambio rápido hacia lo digital. Las tendencias del mercado disruptivas que se veían algo lejanas, están llamando a la puerta. Recuerdo cuando un departamento de I+D era una pequeña área existente en muy grandes compañías. Hoy solemos recomendar a nuestros clientes que tienda a que todos sus colaboradores conformen un gran grupo de I+D, tan grande como toda su dotación.
Hace ya mucho años Bill Gates expresó respecto de las características del mercado y del contexto que, «si tienes suficiente información para hacer un plan de negocio de tu idea es que ya es demasiado tarde». Como mínimo deberíamos reflexionar sobre la importancia de ello.
*Carlos Rozen, Socio de Consultoría y Líder de Transformación Digital, BDO en Argentina
Fuente: iProUP