Durante la vida laboral hay cuestiones que no vamos tomando en cuenta a la hora de organizar y prever nuestra salida del sistema. En este artículo la autora nos detalla los requisitos y las cuestiones a tener en cuenta a la hora de pensar en nuestra jubilación.
Durante la vida laboral hay cuestiones que no vamos tomando en cuenta a la hora de organizar y prever nuestra salida del sistema. Es que estamos tan enfocados en la vida rutinaria que olvidamos detalles importantes. Así llegan, en términos generales, los hombres y las mujeres, a la edad jubilatoria de 65 y 60 años respectivamente. ¿Y ahora qué hago? ¿Me jubilo directamente?
Y es aquí el quid del asunto. Para acceder a una jubilación necesitamos contar con la edad y los aportes requeridos. Allí debemos tomar en cuenta la actividad o las actividades que hubiéramos desempeñado durante todos esos años. Ello determinará si estamos frente a una jubilación ordinaria o una jubilación diferencial. Será ordinaria cuando se toman en cuenta servicios/ tareas comunes, es decir, que su realización no implica un desgastamiento y será diferencial cuando lo que se tome sean servicios diferenciales por tratarse de actividades que si generan un desgastamiento, por ejemplo: camioneros, choferes de colectivo, docentes, empleados de la construcción, entre otros. La diferencia que existe entre una y otra, es que la jubilación diferencial exigirá menos edad o menos años de aportes, o bien reducirá ambos requisitos.
En este artículo, trataré la jubilación ordinaria. Es así, que adentrándonos en el tema, para acceder a la jubilación ordinaria, los hombres deberán contar con la edad de 65 años y las mujeres con la edad de 60 años. A su vez, deberán cumplir con los 30 años de aportes requeridos por el sistema previsional.
Allí, el/la trabajador/a deberá hacer memoria de todos sus años trabajados y consultar sus aportes ingresando a Mi Anses. Podrán hacerlo a través del siguiente link: https://servicioscorp.anses.gob.ar/clavelogon/logon.aspx?system=miansesv2 . En este punto, deberán analizar si lo que figura en su Historia Laboral se corresponde con la realidad (revisando recibos de sueldo, certificaciones de servicios, altas y bajas en AFIP, entre otros). Es así que ante cualquier duda, lo recomendable es realizar una consulta a un/a abogado/a previsional para que lo oriente en el tema. De esta manera, luego de un análisis del caso se le podrá informar en que situación previsional se encuentra.
Hasta aquí, traté de resumir lo básico sobre este sistema. Espero que les sirva de guía si es que se encuentran cerca o ya poseen los requisitos mencionados. Asimismo, los invito a realizar comentarios u observaciones que tengan sobre el tema para así tratarlo en un nuevo artículo.
Por último, les informo que en los próximos artículos, trataré el tema de las moratorias vigentes, como acceder a ellas y que periodos involucran.
Fuente: Blog del Contador
