Desde créditos a tasa 0 a planes de asistencia laboral: en qué quedó la ayuda por pandemia

Desde que irrumpió la pandemia, el Gobierno desplegó diversos planes para asistir a consumidores, empleados, monotributistas y empresas. La situación, hoy.


Desde que empezó la pandemia, una de cada cuatro cuotas de créditos otorgados por bancos no pudieron ser pagadas por los clientes y fueron refinanciadas por las entidades financieras. Esta posibilidad -de pasar al final de la vida del préstamo las cuotas que no pudieron abonarse- formaba parte del paquete de medidas de ayuda que tomó el Banco Central durante la emergencia. Esas cuotas impagas se reprogramaron y podrán ser pagadas más adelante, en las mismas condiciones del crédito original. Se trata de una medida que estará vigente hasta fin de mes.


Esta posibilidad estará vigente sólo hasta fin de mes, a menos que el Banco Central decida una nueva prórroga a último momento.


En dos semanas, también empezarán a caer las cuotas de aquellos clientes que -en septiembre- refinanciaron los saldos de las tarjetas de crédito con el plan especial de tres meses de gracia y nueve cuotas consecutivas.


En algunas entidades líderes -públicas y privadas- observaron que uno de cada diez pesos del stock de deuda con tarjetas de crédito fueron refinanciados con aquel plan especial «pandémico».


En varios bancos ya tomaron nota de esta situación y, en previsión de un salto en el nivel de morosidad, ya están ofreciendo a sus clientes planes de pago especiales para evitar problemas.


Bancos consultados por iProfesional dijeron que están comunicándose con clientes para ofrecerles programas especiales de hasta 60 cuotas, con un costo financiero total elevados, algo por encima del 70% anual.


Por ahora, la morosidad no registró un salto elevado -en tarjetas de crédito no supera el 5% del total-, pero existe temor en las entidades financieras a que ese nivel crezca a partir del próximo mes, cuando se terminan varias de las medidas de la emergencia.


Otro capítulo refiere a los créditos UVA, que ajustan por la inflación. Y cuyas cuotas salieron del congelamiento el 1° de febrero. Ahí empezó un «plan de convergencia», de forma tal de prorratear lo que se dejó de abonar durante el congelamiento a lo largo de 18 cuotas consecutivas.


En un par de bancos contaron a iProfesional que el 80% de los clientes pasaron por las sucursales para ponerse al día, antes de que comenzara el «plan de convergencia». «Muchos no entendían de qué se trataba ese plan y, temerosos por la incertidumbre, prefirieron pagar la diferencia ahora».


Otro plan que se terminó fue el de los créditos a tasa 0. Fue ya hace algunos meses pero esa masa de vencimiento forma parte de los pasivos que -ahora- los consumidores deben afrontar cada 30 días.


Aproximadamente, y dependiendo de los bancos, entre un 5% y un 8% de los clientes que sacó esos créditos a tasa 0 se atrasaron con las cuotas.


En total fueron unos 620.000 créditos, por un promedio de $120.000.


Lo que queda claro es que de todas las medidas de asistencia que se tomaron a partir de abril, cuando explotó la pandemia, sólo queda en pie la posibilidad de hacer un «skip» de las cuotas impagas de los créditos (hasta el final de la vida del préstamo).


Todo el resto, desde el financiamiento subsidiado para pymes hasta los créditos a tasa 0 con las tarjetas de crédito, han llegado a su fin. Y en muchos casos hay que empezar a pagar.


Un funcionario del equipo económico consultado por iProfesional se mostró esperanzado en que no habrá un escalada de la morosidad, teniendo en cuenta la reapertura de las actividades. Y que como tanto las empresas como los consumidores individuales están facturando cada vez más, no tendrán mayores inconvenientes en saldar sus deudas.


Desde los bancos se muestran más precavidos. Cada entidad busca un «traje a medida» para sus clientes, evaluando la realidad de cada uno.


Ningún banco quiere perder a un clientes que tenga algún inconveniente en saldar sus cuentas, y por eso estarán muy atentos a las dificultades.


No obstante, ya hay consultas con el Banco Central para evitar sorpresas. Por si, llegado el caso, debe tomarse alguna medida regulatoria en especial para flexibilizar el esquema.


Un banquero, en diálogo con iProfesional, daba el ejemplo de lo sucedido en Inglaterra, donde el 40% de los deudores de créditos hipotecarios debieron ser auxiliados. Esa cifra en la Argentina fue sensiblemente inferior ya que prácticamente no hay líneas de largo plazo. Pero los financistas quieren que el Banco Central se convierta en una rueda de auxilio ante cualquier dificultad en las próximas semanas.


LA ASISTENCIA LABORAL

Además del socorro que hubo en el mundo financiero, durante la pandemia también se puso en marcha un esquema de pagos de salarios, a cargo del Estado. El sistema ATP (pago de salarios complementarios).


El ATP terminó a fin de año. En diciembre, el Estado pagó 496.000 salarios (un promedio de $20.675 cada uno).


Terminado ese esquema, el Gobierno sacó el Repro II. Este mes se abonaron, en total, 326.400 salarios. Son 170.000 menos que en diciembre.


El pago es inferior al que regía durante el ATP. Va entre $9.000 (para los sectores no críticos) entre $12.000 y los $18.000 mensuales, para los sectores críticos y el personal de salud, respectivamente.


La decisión de achicar la ayuda, tanto la financiera como la de pago de salarios o el otorgamiento del IFE, fue puramente fiscal.


En medio de las negociaciones con el Fondo Monetario, Martín Guzmán aplicó un sensible recorte del gasto Covid. Es lo que está escrito en el Presupuesto 2021: un déficit de las cuentas públicas de 4,5% como máximo.


El futuro acuerdo con el Fondo contendrá ajustes, algunos de los cuales ya fueron de alguna manera anunciados. Sobre todo aquellos ligados al denominado «gastos Covid», que se implementaron durante la pandemia, y que el Gobierno se apresuró para desmontarlos aun cuando la masividad de la vacuna sea más promesa que realidad.


El IFE de $10.000 se distribuyó en tres oportunidades desde abril entre 8,9 millones de personas, y la cuarta ronda estaba pautada para inicios de octubre del año pasado. Pero el Ejecutivo desestimó esa idea, y a lo sumo se espera que haya una ayuda focalizada entre el sector de la sociedad con mayores problemas para reinsertarse en el mercado laboral.


En medio de la mejora de la actividad económica, el Gobierno apela a que esa tendencia positiva no complique la finalización de las medidas de ayuda.


Para saberlo habrá que esperar a las próximas semanas y meses, para ver si efectivamente avanza el plan de vacunación y la inmunización de la población.


Fuente: iProfesional